Antigripales vs. Antibióticos: ¿Cuál es la diferencia y por qué importa?

jueves, 19 de junio de 2025

Antigripales vs. Antibióticos: ¿Cuál es la diferencia y por qué importa?

Antigripales vs. Antibióticos: ¿Cuál es la diferencia y por qué importa?

QF Diego Umpierrez

Tiempo de lectura: 5 minutos

Durante los meses más fríos del año, es común que aumenten los casos de gripe y otras infecciones respiratorias, afectando a millones de personas a nivel mundial.

En el caso de la gripe, infección respiratoria causada por un virus, los síntomas suelen combinar fiebre, dolor muscular, congestión nasal, cansancio y tos. Aunque en la mayoría de los casos no reviste gravedad, puede generar mucho malestar e interrumpir nuestras actividades cotidianas.

¿Qué hacemos cuando empiezan los síntomas de gripe?

Ante los primeros signos de la enfermedad, muchas personas acuden a su farmacia en busca de alivio, pero no siempre con la información correcta. Una de las confusiones más frecuentes es pensar que los antibióticos sirven para tratar la gripe. Esta creencia es un error importante. La gripe es causada por un virus, y los antibióticos sólo actúan sobre bacterias. Por lo tanto, no tienen ningún efecto sobre el virus de la gripe ni sobre sus síntomas. Usarlos innecesariamente no sólo es inútil, sino también peligroso.

¿Por qué es un problema usar antibióticos sin indicación médica?

El uso inadecuado de antibióticos contribuye a uno de los problemas más serios de salud pública a nivel mundial: la resistencia bacteriana. Esto significa que, con el tiempo, las bacterias se vuelven más fuertes y difíciles de eliminar, haciendo que los tratamientos que antes eran eficaces dejen de funcionar. Además, con el uso de antibióticos sin indicación médica únicamente se lograrán efectos adversos como malestar gastrointestinal, alergias o alteraciones en la flora intestinal.

¿Qué son los antigripales y cómo ayudan?

Para aliviar los síntomas de la gripe, lo más adecuado es utilizar medicamentos antigripales, que combinan principios activos como analgésicos (alivian el dolor), antipiréticos (bajan la fiebre), antihistamínicos (alivian estornudos, secreción nasal y picazón) o descongestionantes (ayudan a aliviar la tos y la sensación de congestión). Estos productos no curan la gripe, pero ayudan a mejorar el bienestar general mientras el sistema inmunológico combate el virus.

¿Qué otras medidas podemos tomar en casa para sentirnos mejor?

Además del tratamiento farmacológico, existen cuidados no farmacológicos muy importantes que podemos hacer en casa. Lo primero y fundamental es el reposo: descansar permite que el cuerpo concentre su energía en recuperarse. Por otra parte, mantenerse bien hidratado es muy importante, ya que la fiebre y la congestión pueden provocar pérdida de líquidos. Tomar agua, infusiones calientes y caldos puede aliviar la garganta irritada y ayudar a aflojar la mucosidad. También es recomendable ventilar los ambientes, evitar los cambios bruscos de temperatura y alimentarse con comidas livianas, ricas en frutas y verduras.

¿Cuándo deberíamos consultar al médico o al farmacéutico?

Es recomendable hacerlo en todos los casos, pero no necesariamente de forma presencial. Siempre es importante no automedicarse y consultar siempre al profesional de salud. Es importante recordar que en épocas de frío muchas personas se ven afectadas por la gripe y por lo tanto suelen haber muchas consultas en los centros de salud, hoy en día muchos prestadores ofrecen servicios de consulta telefónica o teleconsulta, que pueden resultar útiles en caso de presentar síntomas leves, evitando el potencial contacto con otras personas enfermas. Además, en la farmacia podemos acompañarte, escucharte y ayudarte a cuidar tu salud con responsabilidad.

¿Qué cuidados debo tener al usar un antigripal?

Antes de tomar un antigripal, es fundamental revisar la composición (habitualmente paracetamol, ibuprofeno, cafeína, antihistamínicos y/o descongestionantes). Es fundamental revisar si ya estamos consumiendo medicamentos que ya contengan estos mismos compuestos, para evitar una sobredosis.

También es necesario consultar con un profesional de salud si se tienen enfermedades como hipertensión, diabetes o problemas hepáticos, ya que algunos componentes pueden ser contraproducentes. Por ejemplo una persona con hipertensión debe ser cauta al momento de usar un antigripal con ibuprofeno ya que su uso puede favorecer el aumento de la presión arterial, al igual que los estimulantes como cafeína que contienen los antigripales principalmente ante un exceso de dosis.

Durante su uso, hay que seguir estrictamente la dosis recomendada y no prolongar el tratamiento más de 3 a 5 días sin consultar a un médico, ya que si los síntomas persisten podría tratarse de una afección que requiera otro tratamiento.

Es importante recordar que los antigripales no previenen la gripe ni el resfriado, solo ayudan a aliviar los síntomas. Además, deben evitarse en ciertos casos, como en niños pequeños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, y personas con antecedentes de úlceras gástricas, a menos que un médico indique lo contrario.

Finalmente, como con cualquier medicamento, se debe suspender su uso y buscar atención médica si aparecen efectos adversos. En el caso de los antigripales estos pueden incluir mareos, dificultad para respirar, ritmo cardíaco acelerado o reacciones alérgicas.

¿Por qué es importante usar bien los medicamentos?

Prevenir el mal uso de los medicamentos es una tarea que compartimos entre profesionales de la salud y la comunidad. Elegir con conciencia, informarse y buscar orientación es la mejor forma de proteger no solo nuestra salud, sino también la de todos los que nos rodean. Ante la duda, ¡consultar siempre es la mejor decisión!